Esta ha sido una de las muchas reacciones de ira que se han organizado en contra de la colusión de estas tres compañías, que controlan prácticamente la totalidad del mercado del rubro, con la participación conjunta de un 92%.
Se busca con este acto mostrar tanto públicamente el descontento de la población en contra de las cadenas de supermercados que se han asociado, como también -y principalmente- sancionarlas económicamente, restándole las ganancias de un día.
Asimismo, y como una maniobra más radical y decidida, durante el viernes 8 de diciembre un grupo de estudiantes y trabajadores realizaron una acción de funa al supermercado Lider (de Walmart) de la calle Merced, en el centro de la ciudad de Santiago, condenando la colusión y la corrupción de los poderosos y empresarios. Los organizadores de la funa relataron a Matinal RVF que lo que se busca con dicha acción es que se replique, como una forma de castigar a los empresarios coludidos.
Fotografía: Ramón Monroy /AtonChile
¿Cómo funciona un boicot? ¿Realmente sirven como medida de presión?
El boicot es una de las muchas medidas de presión que se pueden ejercer desde el pueblo para castigar a un Estado (como se realizó con la Sudáfrica de apartheid y actualmente se realiza con Israel), o bien a una industria o grupo de poder. El boicot busca que a través de la no participación u omisión de una acción (por ejemplo comprar ciertos productos o ciertos lugares) golpear económicamente y deslegitimar a quien se busca sancionar. Por ejemplo, no comprando productos de un Estado que comete acciones contra los Derechos Humanos, o derechamente ejerce terrorismo de Estado, con lo que se pretende desestabilizar su economía y así ceder su posición. Si bien, ningún Estado ha caído por el boicot internacional, si ayuda y respalda a las luchas de liberación que dentro del país se están realizando.
De un modo similar opera el boicot económico contra una empresa. Se busca que desde el desincentivo a la compra, golpear directamente a las ganancias de dicha empresa. Oficia, en ciertos aspectos, de modo similar a una huelga o paro, pero desde el consumo.
Es por eso que un boicot, realizado de forma inteligente, puede golpear y afectar el bolsillo de los empresarios, lo que puede ser una buena alternativa para sancionarlos por su actuar en, por ejemplo: colusión, destrucción del medio ambiente, explotación de trabajadores y prácticas antisindicales, entre muchos más motivos. Pero para que sea útil, debe golpearse efectivamente a las ganancias de la empresa o empresas que se castigan.
En términos concretos, un boicot no es efectivo si un día X no se va a comprar a un comercio, pero al siguiente se compra por ambos días. En otras palabras, lo importante es asegurarse que las utilidades de la compra que se decidió no realizar no llegue nunca a las manos del empresario sancionado, por lo que hay que buscar alternativas. Tampoco tiene sentido ir a la competencia que puede tomar (o estar tomando en este mismo momento) una posición monopólica en el mercado.
Es por todos esos motivos que diversas voces han llamado en recurrir al pequeño comercio (almacenes, ferias libres, etc.) para realizar esa compra, y no realizarla en otro gran supermercado o en los mismos supermercados en el día siguiente o anterior. También, está demás señalar que es mucho más efectivo un boicot de duración indefinida que de una duración determinada.
Del mismo modo, también recalcar que el boicot no es en lo absoluto la única forma de sancionar a una empresa o entidad, sino que existen distintos medios, los cuales se pueden adoptar de forma conjunta.
Visite las ferias libres y los almacenes, en donde se pueden comprar todo tipo de productos sin la necesidad de ir a un supermercado.
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