SOMOS EL PRIMER DIARIO ELECTRÓNICO CIUDADANO DEDICADO A ANTIHUALA, TEMUCO CHICO, LA ARAUCANA Y CARAMÁVIDA, QUE INCLUYE ADEMÁS, NOTICIAS DE LA COMUNA DE LOS ÁLAMOS, PROVINCIA DE ARAUCO, REGIÓN DEL BÍO-BÍO, CHILE. CREADO EL 1° DE JUNIO DE 2009.

domingo, 29 de mayo de 2016

SE DESARMA ANTIGUA CASA CON UN SIGLO DE VIDA: TIENDA BENARD, UN HITO DEL COMERCIO LOCAL.


Para los más antiguos habitantes de la localidad de Antihuala, el desmantelamiento por estos días de lo que fue  la antigua casa de don Héctor Benard Lozano, en la calle Diego de Almagro, frente al edificio de la nueva escuela, debe estar produciendo una gran nostalgia.

Dicha casa,  perteneció primeramente a don   Octavio Benard que se casó con  María Elisa Lozano González, y tuvieron cuatro hijos: Héctor Octavio, Viola, Pedro Edesio y Luis Alberto Benard Lozano.  Este matrimonio tenían fundo donde realizaban  grandes siembras de trigo, avena y papa, cuyas cosechas se guardaban en sus bodegas.


En 1942, aproximadamente  se estableció en  dicha casa,  la sociedad comercial de Benard Hermanos formada por Héctor, Pedro y Viola Benard Lozano.

Posteriormente don Héctor Benard, que se casó con doña Asención Mardones, más conocida como la “Sra, Chencho”, con quien no tuvo hijos y se atrevió a continuar solo con esta gran tienda y almacén abasteciendo a todos los alrededores.

La instalación de este local comercial, nació justamente cuando en Pilpilco la Corporación de Fomento de la Producción (CORFO) creó la Carbonífera Pilpilco, dedicado a la explotación del carbón. Los mineros y sus familias venían a este lugar a buscar las mercaderías del mes. Eran tantos los clientes que  tuvo “don Tavo” que posteriormente dispuso de   una camioneta chevrolet para el reparto. En 1949, se instala en Antihuala la empresa maderera BIMA, con una barraca donde llegaron a trabajar unas 300 personas  y unos 400 en los aserrados de la cordillera de Nahuelbuta. Todos ellos, compraran aquí  las telas para mandar a hacerse  un terno a algún sastre, compraron sombreros, zapatos de cuero o de plástico, yerba, azúcar, grasa, jabón Popeye y todos los productos que los obreros  y campesinos de esta localidad  necesitaban para su diario vivir.

Desde joven y durante su vida, el empleado y mozo muy servicial que conocimos en este local fue Renato, de quien no recordamos el apellido, un hombre sencillo y muy noble. Don Armando San Martín, quien nos aportó algunos comentarios, también trabajó para el señor Benard. Marcelo Contreras y Mario Silva  y tantas otras personas que aún no hemos contactado,  seguramente nos podrían contar más historias, pero eso será para otra crónica.

 Con bastante edad don Héctor Benard,  gran fumador, a quien su señora le decía cariñosamente “Ñato”, falleció  en el año  1976 y su señora  viuda continuó el negocio un año más, con la ayuda de su hermano don “Lalo” Mardones, pero el negocio  no fructificó.

El menor de los hermanos  Luis Alberto, por su parte,  se casó  con Daniela Jana Santibañez , quienes tuvieron cuatro hijos: Marga, Sandra, Verónica y  Alberto Benard Jana, más conocido como el “Papi”, quienes  vivieron en lo que fue posteriormente la casa de  la familia Castro, donde hoy venden gas, frente al paradero central. Posteriormente después del año 1960 se trasladaron a Cañete. Ellos, fueron los que vendieron el terreno, donde se construyó el Retén de Carabineros Antihuala, en 1961, luego que el terremoto del 21 de mayo de 1960, destruyera el Retén ubicado en La Araucana.

En los años 1956 y hasta los 65, al negocio anterior se suman tres  únicos locales más, que abastecían a la población existente en la localidad y sus alrededores y ellos eran: la tienda de don Lino Araneda y los almacenes de la Familia Briones y Familia Mendoza Ulloa.

Por casi un siglo,  las nobles maderas chilenas con las cuales se construyó  la casa de don Héctor Benard, se mantuvieron en pie. Se pueden observar aún las vigas y postes  de madera chilena de un gran grosor, intactas, pero que hoy está viviendo su ocaso porque los nuevos propietarios han decidido por estos días desmantelar la casa, seguramente para realizar algún nuevo proyecto.

Muchos recordarán, que en el sitio había una gran quinta y un pequeño saltillo de no más de dos metros que se encuentra al fondo,  por donde cruzan las aguas del estero Naucolón. Tampoco se olvidará que “don Tavo” era fanático de los caballos y tuvo una yegüa llamada “La Libertina”, entre los años 60 a 65 del siglo pasado, que la estrenaba en la Hijuela Pitrinco y  la cual llegó a competir un par de veces al Hipódromo de Concepción. Con la crianza de animales  de su fundo ubicado al lado izquierdo a la salida de Caramávida, obtenían leche para hacer queso e incluso mantequilla.

Tampoco nadie se olvidará que allí se instaló por primera vez en la década del setenta el primer  teléfono público que servía a toda la localidad de Antihuala,  Temuco Chico y Caramávida. Era el único medio de comunicación más inmediato. Por ejemplo, si desde cualquier punto del país, querían comunicarse con una persona, allí se recibía el mensaje, que se encargaban de traspasarlo a la persona que correspondía,  con un  pequeño costo a pagar por recibir el mensaje.

La casa   de unos 30 metros de frente, totalmente de madera, era demasiado grande, por ello, arrendó una parte.  En la época de la empresa maderera BIMA, don Oscar Jeldres, quien fue chofer y logró tener posteriormente un camión propio, fue  su arrendatario. Al cerrarse la  empresa en 1967, don Oscar, decide trasladarse a  Cañete donde con una   micro comenzó a  hacer el recorrido Cañete Cayucupil y gracias a un  golpe de suerte de  ganarse el gordo  de la Lotería, logró que la empresa creciera. Don Oscar ha fallecido, pero sus hijos continúan  manteniendo  exitosamente la empresa con recorridos  Cañete- Concepción y viceversa  y ahora hasta Lebu.

La casa de don Héctor Benard, junto a de don Daniel Burdiles, de  la familia Briones ,de la Familia de don Armando Fuentes, de don Eduardo Torres, la familia Pascal, de don Corcino Ulloa y un par de casas más distantes, como la de don Juan Barra y don Carlos Mendoza en Pitrinco,  fueron las primeras familias de Antihuala, entre los años 1920 al 1930, cuando se instaló la estación de ferrocarriles Antihuala, (que tomó el nombre de la laguna) en el año 1923, con la creación del ferrocarril Lebu-Peleco. Así se va dando forma al villorio, que hoy tiene una importante población.

















3 comentarios:

Unknown dijo...

Yo pase mis mejores vacaciones, en Antihuala, Temuco Chico, en casa de mis tios Don Adrian y mi tia Maria.

Unknown dijo...

Buenas tardes don Humberto, es efectivamente muy emotivo leer su reportaje y ver la secuencia fotográfica de la inevitable desaparición de esta antiquísima casona.
Le agradezco el recuerdo que hace de mis tíos Tavo y Chochen, creo que su labor de investigación histórica, difusión, conservación de lugares emblemáticos, posee un incalculable valor.
Le saluda cordialmente
Sylvia Emilia Morales Mardones

H. Mendoza dijo...

Gracias Sra. Sylvia por sus comentarios. No podría ser de otra manera, habiendo conocido a don Tavo y la Sra. Chencho y la nostalgia que significa perder un patrimonio de nuestra localidad. Particularmente me quedo con los recuerdos de grandes personas, que fueron amigos de mis padres, que trabajaron en la misma área, el comercio.
Le comento que aparte de esta página estamos en www.facebook.com/antihualanoticias.