Luego de una misa, por el eterno descanso de su alma y las palabras emotivas de despedida de familiares y amigos, realizadas en la Capilla Católica Cristo Rey, el cortejo se trasladó hasta la escuela Orlando Delgado de esta localidad de Antihuala. En dicho establecimiento escolar la comunidad educativa, encabezada por profesores, alumnos, y ex-alumnos que incluso vinieron de otras ciudades, rindieron el último homenaje al gran profesor que formó cientos de generaciones, durante una trayectoria de alrededor de 45 años, destacándolo por ser un profesor normalista que formó alumnos integrales, que hoy le recuerdan con cariño.
En el momento final, se cumplió con el último deseo que consistía en que en el día de su muerte le bailaran cuecas, lo cual fue realizado por alumnas y alumnos de la escuela, donde trabajó toda su vida. Posteriormente, entre aplausos, sus restos mortales salieron del colegio para ser trasladados hasta el cementerio de Los Álamos, bajo una intensa lluvia.
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